UASLP y UNAM fortalecen colaboración para analizar riesgos climáticos
UASLP y UNAM fortalecen colaboración para analizar riesgos climáticos
El investigador del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), doctor Víctor Orlando Magaña Rueda, visitó la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) para reunirse con especialistas del Laboratorio Nacional de Variabilidad Climática, Teledetección y Evaluación de Riesgos (Variclim) y fortalecer los proyectos conjuntos que ambas instituciones desarrollan desde hace varios años. El académico, integrante del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), aportó una visión internacional sobre los riesgos meteorológicos que enfrenta el país.
Durante su conferencia, Magaña Rueda explicó que aún existe confusión respecto al concepto de cambio climático, ya que muchas personas asocian cualquier día caluroso con este fenómeno, cuando en realidad corresponde al estado del tiempo. Subrayó la importancia de diferenciar entre ambos conceptos y reconocer qué transformaciones son naturales y cuáles derivan de la actividad humana. Recordó que no solo influyen las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también el crecimiento urbano y la modificación de los paisajes, factores que alteran la temperatura y los patrones de lluvia.
En el caso de San Luis Potosí, señaló que la expansión urbana ha transformado el territorio, sustituyendo áreas naturales por superficies impermeables, lo que ha incrementado la frecuencia de lluvias intensas y el calor urbano, además de exponer a más personas ante fenómenos meteorológicos severos. Precisó que no todos los desastres se deben al cambio climático, sino a decisiones de desarrollo que ignoran los riesgos y aumentan la vulnerabilidad.
Al referirse a los daños registrados en la Huasteca potosina y otras regiones del país, explicó que el fenómeno de lluvias intensas había sido pronosticado, pero no se aplicaron medidas preventivas. Mencionó la deforestación, la degradación de zonas ribereñas, la urbanización sin planeación y la falta de protocolos de protección civil como factores que agravaron los impactos. Enfatizó que la combinación de amenazas naturales con asentamientos vulnerables genera desastres que podrían evitarse.
Magaña Rueda destacó que ya existe una norma federal —en cuya elaboración participó la UASLP— que impide el crecimiento de asentamientos en zonas de riesgo. Sin embargo, advirtió que el reto radica en su aplicación efectiva y no en que “quede en letra muerta”. Consideró fundamental fomentar una cultura de prevención y comunicación con la ciudadanía para lograr comprensión y participación activa en las medidas de mitigación.
El investigador adelantó que uno de los grandes desafíos para los próximos meses será la temporada de sequía, especialmente en los estados del centro y norte del país. Mencionó que trabaja junto con la UASLP en un proyecto enfocado en estudiar estos periodos y generar pronósticos que orienten la toma de decisiones para reducir los impactos, tanto en años secos como en lluviosos. Además, colaborarán en la actualización de los atlas de riesgo, con el fin de que se conviertan en herramientas útiles para la planeación territorial.
Finalmente, reconoció el papel del Laboratorio Variclim, dirigido por el doctor José Antonio Ávalos Lozano, como uno de los pocos espacios en México dedicados al estudio especializado de riesgos climáticos. Resaltó su contribución al sector agrícola y su relevancia para la toma de decisiones sustentables, destacándolo como un referente de rigor científico y alto nivel académico.




