Anuncia Ejecutivo Estatal A Jesús Juárez Como Encargado De La
Científica de la UASLP investiga la regulación genética y mecanismos de defensa de plantas frente a patógenos

La doctora María de la Luz Guerrero González, actual secretaria académica de la Facultad de Agronomía y Veterinaria (FAV) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), desarrolla investigaciones para comprender cómo se regula la expresión genética en las plantas y los mecanismos que utilizan para defenderse de patógenos.
Formada como Ingeniera en Bioquímica en el Instituto Nacional de México, campus Celaya, la científica cursó la maestría y el doctorado en Ciencias en Biología Molecular en el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT). Desde su ingreso a la UASLP en 2014, ha participado en diversas áreas académicas, incluyendo cuatro años como coordinadora de la Maestría en Ciencias Agropecuarias y un año como jefa de investigación y posgrado de la FAV.
En entrevista, explicó que su interés por el estudio de patógenos en plantas inició con su tesis de licenciatura, enfocada en la identificación de variedades de frijol resistentes al hongo Rhizoctonia solani, un patógeno que sigue afectando este y otros cultivos esenciales para la alimentación en México.
Durante su doctorado, su investigación se centró en las poliaminas, compuestos ricos en nitrógeno esenciales para la nutrición vegetal. Actualmente, estudia la regulación de las enzimas responsables de la degradación de las poliaminas en las plantas, destacando que mantener equilibrados estos y otros compuestos es clave para evitar enfermedades tanto en animales como en vegetales.
Como parte de la investigación multidisciplinaria que caracteriza a la UASLP, ha colaborado con científicos como el Dr. Pablo Delgado y la Dra. Margarita Rodríguez y Domínguez Kessler, de la Facultad de Ciencias, así como con el Dr. Juan Francisco Jiménez Bremont, del IPICYT. Juntos han desarrollado estrategias para el control de enfermedades en cultivos.
La doctora Guerrero González enfatizó que su trabajo busca siempre minimizar el impacto ambiental, por lo que promueve alternativas como el uso de microorganismos benéficos que estimulan el crecimiento y fortalecen los mecanismos de defensa de las plantas contra patógenos. Esta estrategia es clave para proteger cultivos de interés agrícola como el pepino y el jitomate, frente a las condiciones adversas de diversas regiones del país.
Además de su trayectoria científica, la investigadora es madre de dos niñas de 8 y 11 años, a quienes procura inculcar su amor por la ciencia a través del ejemplo. “A los días les faltan horas”, comentó sobre la combinación de su labor académica y la crianza, pero considera que ambas facetas enriquecen su perspectiva y compromiso con la educación y la investigación.